Historia de Madrid
- La Rubia de los Gatos
- 12 ene 2023
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 1 may 2023

Así fue reportado el caso de quien meses después llevó el nombre de Madrid. En ese momento no sabíamos si era hembra o macho, la realidad era que necesitaba ayuda. Estaba en una colonia de gatos ferales atendida y pertenecía a una camada de tres cachorros. Sus hermanos y su mamá se encontraban en mejores condiciones, pero este tenía el síndrome respiratorio felino muy frecuente en colonias de gato. Se trasladó a un hogar temporal para su recuperación, tenía pulgas, piojos, un chicle pegado en su pelo, parásitos internos y una terrible infección en ambos ojos que evitaba su visión. Fue vista por un veterinario al día siguiente, quien confirmó que era hembra e indicó medicamentos. Era una gatica muy tímida, se quedaba dentro de su camita todo el día y solo salía cuando estaba segura de que no había nadie en casa. En las noches comía y hacia sus necesidades, los primeros días no socializó. No obstante, se dejaba aplicar su medicación sin problemas.
La infección hizo que perdiera su ojo derecho y debía ser sometida a cirugía para extirpar lo que quedaba en la cavidad ocular. A los 10 días de rescatada se le realizó una enucleación y también fue esterilizada bajo la técnica de esterilización prepuberal. Ambas cirugías fueron un éxito, estaba en buenas manos. La recuperación fue un proceso sencillo y ella se fue adaptando bien a cada etapa.


Con el paso del tiempo fue tomando mayor confianza con sus protectores. Pero pasado el mes y medio desarrolló un hongo en su piel: tiña. Es frecuente en gatos, sobre todo en los primeros seis meses de vida y los que han estado en la calle tienen más probabilidades de padecerla.
Después de sanada la tiña, la gatica estaba lista para ser adoptada, pero ya no se veía como cachorra a pasar de tener seis meses. Usualmente, las personas cuando van a adoptar siempre prefieren cachorros, sin embargo, el periodo que tenemos para salvar al animal es justa su etapa de cachorro. Por tanto, cuando está listo para ser adoptado ya ha pasado un tiempo y aunque su temperamento es de cachorro, su tamaño y composición no es la de un bello e ingenuo gatico o perrito pequeño que todos quieran llevar a casa. También aparecen los prejuicios de: ¨yo lo quiero pequeño para criarlo como yo quiero¨ o el más frecuente ¨quiero que se adapte bien a mí¨.
Publicamos en varias ocasiones el caso para su adopción, de la necesidad que fuera a un hogar responsable por la condición de su ojo. El tiempo fue pasando y nadie adoptada a la minina de esta historia. Por otro lado, sus protectores eran dos jóvenes estudiantes que viajarían en unos meses a España y estarían varios años fuera del país. Por todo esto era urgente que encontráramos un hogar para ella.
Pasaron varios meses antes de la decisión de adoptarla. Estar con ella en todo su proceso de recuperación y verla sanar nos hizo quererla muchísimo. Ella era muy cariñosa con nosotros. El hecho de pensar que nadie la quería y que las opciones que teníamos eran unirla a una colonia atendida o dejarla en un centro de trabajo como animal comunitario porque nosotros nos íbamos del país no nos dejaba dormir. Fue entonces cuando le pusimos Madrid, porque íbamos a hacer todo lo posible porque estuviera con nosotros en España. Una más de la familia. También éramos fanáticos a la serie La Casa de Papel y nos pareció el nombre perfecto para ella, una más de nuestra banda.
(Palabras de Orlando Martínez Durive, quien es uno de sus dueños)
Y así, sus protectores de hogar temporal se convirtieron en su familia definitiva. Es lo que divertidamente nosotros los protectores y los que estamos en el activismo animal llamamos autoadopción. Le tomamos tanto cariño y nos involucramos tanto en el caso que terminan siendo nuestras mascotas. Esto era lo que había pasado con Madrid y con sus nuevos padres humanos.

En otras historias, los animales no encuentran adopción y se convierten en animales comunitarios, o están años en sus hogares de recuperación con menos oportunidades de ser adoptados. Compartimos esta historia por los otros tantos perros y gatos que se quedan en la calle por familias que deciden emigrar. Por los otros que no hemos podido salvar y que podía tener una historia similar a la de Madrid. Esperemos que sirva de inspiración para otras familias y que podamos tener más manos voluntarias para ayudar a los animales callejeros.

Hoy Madrid tiene su hogar en Madrid, España, y su historia fue la inspiración de la ilustracion de Iris Fundora, gracias a la cual hoy Madrid forma parte de nuestra colección de Historias Reales.
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